El lado oscuro de la Inteligencia Artificial: peligros y riesgos

Share

¿Qué peligros esconde la IA y cómo podemos evitarlos?

Para iniciar el contenido de este que es mi nuevo blog, quiero abordar un tema que actualmente está en el tope de popularidad entre quienes estamos inmersos en el tema tecnológico, me refiero por supuesto a los recientes avances en materia de Inteligencia Artificial que han causado tanto revuelo en internet. Personalmente como informático de profesión e incluso más allá de eso, debido a mi fascinación por el avance científico-técnico de la humanidad, siento optimismo en relación con el potencial benéfico que posee la actual proliferación de nuevos sistemas de inteligencia artificial, veo sobre todo sus posibilidades para mejorar las condiciones de nuestro mundo y su sociedad. Sin embargo, como analista sistémico y usuario medianamente entendido del tema, también tengo la obligación ética de tomar seriamente en consideración, los riesgos y peligros que esta revolución tecnológica puede acarrear; creo que quienes tenemos algún conocimiento al respecto, debemos aproximarnos a todo esto con los ojos bien abiertos, para así detectar y dar a conocer a los demás, los desafíos que podamos avizorar en el futuro próximo a consecuencia de tal desarrollo.

En este artículo, trataré precisamente de plantear mi visión sobre las repercusiones que pudiera provocar esta avalancha de proyectos de Inteligencia Artificial (IA) que hoy en día apenas está iniciando. Por lo tanto, no solo destacaré las bondades y promesas que tanto entusiasmo generan hacia estos programas y herramientas inteligentes, pues habrá mucho espacio en próximas publicaciones de este blog para la difusión de esas aplicaciones que evidentemente, tienen un enorme potencial para ayudar a resolver los mayores problemas de la humanidad. Por ejemplo, en la atención médica, la IA permitirá la detección temprana de enfermedades, realizará diagnósticos más precisos y elaborará planes de tratamiento personalizados y en cuestión el transporte, reducirá los accidentes automovilísticos e incrementará la movilidad para todos los ciudadanos a escala global. Así mismo, asumirá trabajos peligrosos y tediosos actualmente realizados por humanos, mejorando la seguridad en tareas como: la inspección de infraestructuras críticas y entornos peligrosos, la vigilancia de seguridad o la detección de agentes contaminantes en alimentos o medicamentos.

Debo aclarar desde ya, que en esta oportunidad no contemplaré el tema que comprende la posibilidad de que la IA tome conciencia y se convierta en una amenaza para la libertad y la supervivencia de la raza humana, como se ha mostrado en diferentes películas y demás obras de ciencia ficción. Esto debido a que, se trata de una posibilidad absolutamente remota e improbable, al menos de momento, que requeriría una explicación técnica y prolongaría innecesariamente este texto. Pero, claro que en otra oportunidad tocaremos ese punto.

Destrucción de puestos de trabajo

Entrando ahora sí en el tema, uno de los efectos negativos más obvios e inminentes que producirá la entrada en el mercado de numerosas herramientas IA, será la continua y acelerada pérdida de empleos en todos los ámbitos laborales, de hecho, ya ha empezado a ocurrir el despido masivo de personal en empresas tecnológicas como Meta (Facebook), para ser reemplazado por software IA, lo cual gradualmente se expandirá de forma generalizada a medida que estas se vuelvan mejores en la realización de tareas humanas, lo cual cambiará drásticamente la forma en que funcionan las industrias, produciendo mayor productividad, pero a la vez perturbaciones económicas e incluso pudieran generarse fuertes conflictos sociales.

Por supuesto que también, se crearán muchos nuevos empleos a causa de la IA a la par de la eliminación de otros, pero creo que los nuevos empleos que surjan, es muy probable que no alcancen los números a los que ascenderá la cuota de desempleo. Además, será necesaria una rápida adaptación por parte de personas que cumplían labores muy poco cualificadas y ahora deberán realizar tareas donde el conocimiento técnico es más importante, no me refiero a que por ejemplo, una persona que anteriormente supervisaba al personal de ventas en una determinada tienda, después con IA deba aprender a darle instrucciones a un sistema de ventas automatizado, sino a esas personas que antes eran vendedoras en la tienda y luego por haber quedado sin empleo, deban reinventarse y comenzar por ejemplo un blog donde den consejos a los consumidores del tipo de productos que antes vendían, tomando en cuenta sus experiencias previas. Quizá no parezca tan complicado, pero no todos estarán dispuestos ni tendrán las capacidades necesarias para ganarse la vida de una forma tan diferente a como lo han hecho siempre.

Estoy seguro, que la cantidad de personas que se dedican a realizar actividades artísticas y de comunicación online, tendrán un incremento proporcional a la masificación del uso de IA en las empresas, pues muchos desempleados tendrán que incursionar en áreas en las que sea más valorada la acción de un ser humano, aunque el entretenimiento y las artes no serán la excepción a la hora de ser copadas por la IA, pues de hecho, muchos pensábamos que ese tipo de actividades humanas serían las últimas en ser impactadas por el auge de la IA, pero resultó ser todo lo contrario, ya que aún no vemos en las calles robots controlando el tránsito y barriendo las calles, pero si herramientas de software capaces de realizar diseños gráficos equivalentes a los de un profesional en arte digital o temas musicales de excelente calidad.

La puesta en marcha de planes y políticas públicas de ayuda social por parte de los gobiernos de las diferentes naciones del mundo puede contribuir a resolver este problema, siempre que para ello se establezcan impuestos al uso de tecnologías IA, con el propósito de financiar proyectos de emprendimiento y proporcionarle educación para el nuevo ambiente laboral a los ciudadanos. En ese sentido, la propuesta de establecer un Ingreso Básico Universal para toda la población, puede resultar interesante y por ello merece un estudio profundo, dado que tiene argumentos a favor y en contra bastante contundentes por parte de expertos y analistas.

No obstante, el hecho de que el problema se presente con rapidez y a escala global, mientras que la respuesta por parte de los países sea lenta y desigual, puede convertirse en un obstáculo enorme para las aspiraciones de que la sociedad asimile el cambio, sin mayor trascendencia en cuanto a conflictos, disturbios y violencia en general. A mi parecer, la entrada en funciones de forma generalizada de las IAs, amerita una serie de acciones coordinadas por parte de la comunidad internacional en su conjunto, de lo contrario es muy probable que los países desarrollados consigan establecer mecanismos eficientes que logren mantener la estabilidad de sus sociedades, pero la mayor parte de los demás países se ahogarán en diatribas políticas y eso no solo afectará a sus propias poblaciones, sino que podría desatar guerras entre naciones e incluso a escala mundial.

Auge de la falsedad y engañó

Dejando atrás el tema de la pérdida de empleo, otro aspecto que a mi modo de ver las cosas es fundamental, lo constituye el grado de manipulación y engaño al que se llegará próximamente, debido a que se le están “proporcionando” las herramientas perfectas a los criminales, personas sin escrúpulos y gobiernos tiránicos, para que puedan producir información falsa con una facilidad extraordinaria, a la vez que crece la posibilidad de que se vuelva virtualmente imposible detectar la veracidad de cualquier material audiovisual. Lo más lógico es que en los próximos años gracias a la IA, la cantidad de contenido falso, pero plausible, con fines fraudulentos, manipulativos o desinformativos, crezca exponencialmente. Los “deepfakes” de imágenes, audio o video se utilizarán para engañar a las personas e influir en ellas de manera perjudicial, lo que podría convertir al mundo en un completo caos.

Por supuesto que, así como se incrementará el número de documentos y soportes falsos, también los métodos de detección de contenido generado por IA evolucionarán, pero se convertirá en una especie de juego entre el gato y el ratón, similar al de los virus y antivirus actualmente, de modo que no habrá nunca certeza de lo que es real y lo que es sintético. La sociedad deberá aprender a discriminar por sí misma la verdad y la mentira entre las diferentes alternativas mediáticas, por medio del sentido común, la conciencia y pensamiento crítico, lamentablemente eso me suena más a algo utópico que a algo razonable. Podrían establecerse límites éticos en las plataformas y empresas de medios de comunicación para evitar el engaño, pero también me suena a fantasía. Tristemente, el ser humano es capaz de convertir el instrumento más noble e inofensivo en un arma letal, entonces que puede quedar para una tecnología tan disruptiva y con tan elevado potencial.

Intrascendencia del individuo

Pasando a otro punto, hay algo que también a largo plazo me preocupa bastante, me refiero al riesgo de la pérdida de autonomía humana, debido a que conforme los sistemas de IA se vuelvan cada vez más capaces e inteligentes, eso podría llevar a la pérdida de las capacidades del ser humano para sobrevivir por cuenta propia y ejercer verdadero control sobre nuestras vidas. Podríamos llegar a convertirnos en verdaderos inútiles, pues cada día el interés por ser productivos y trascender disminuiría continuamente, debido a que no exista necesidad de lograr nada por nuestros propios medios, no haya competitividad ni motivación alguna para superarnos, todo nos lo entregarían las máquinas ya resuelto, volviéndonos más ganado que personas.

Claro que desde otro punto de vista, un mundo donde nadie necesite trabajar ni esforzarse por nada, podría ser entendido como el paraíso en la tierra, pero desde mi perspectiva el paraíso es algo inexistente e imposible, porque el ser humano es inconforme e inquieto, entonces de existir un paraíso las personas lo convertirían en un infierno, a no ser que se les suprima su humanidad. Pero sin persistir en esa concepción tan filosófica del tema, es posible que con medidas de salvaguarda y precauciones adecuadas, lo que requeriría supervisión y gobernanza del desarrollo de la IA, pudiera ser que en algún momento se garantice, que estos sistemas se diseñen para aumentar y mejorar la autonomía humana en lugar de disminuirla, aunque sinceramente veo aún eso muy poco probable y en caso de que se decida implementar algún día algo así, quizá ya sea demasiado tarde.

Escasa transparencia

Otro de los principales peligros de la IA es que, debido a la complejidad de su funcionamiento, pues las redes neuronales son un sistema sumamente intrincado, es muy difícil entender cómo toma decisiones o llega a sus conclusiones. Esto se conoce como el problema de “la caja negra” de la IA, ya que no podemos ver lo que sucede dentro de ella y eso significa un gran inconveniente si el software se utiliza para tomar decisiones importantes en áreas como la medicina, la justicia o la seguridad, porque las decisiones que toma podrían ser de un modo u otro contrarias a los intereses humanos, al menos desde determinados puntos de vista. Actualmente, se está trabajando para hacer que la IA sea más comprensible y explicable, de modo que las personas confíen e interactúen sin temor con ella, dado que supervisar su correcto funcionamiento sea algo realmente accesible.

Armamento automatizado

El riesgo de la proliferación de armas autónomas es también otro peligro muy importante, existe esa preocupación, por parte de los expertos en materia militar. La IA avanzada podría utilizarse para desarrollar armas autónomas o semi-autónomas, como por ejemplo drones armados. Esto podría llevar a una carrera de inteligencia artificial armamentista, que vuelva interminables los diferentes conflictos bélicos que se presenten en el futuro próximo. La regulación internacional y las leyes podrían prohibir el uso de la IA para armamento ofensivo, eso es algo que ya algunos investigadores en el área están pidiendo que se prohíba en la fabricación de armas. Quizá con la supervisión adecuada, el uso de la IA en el ejército podría limitarse a aplicaciones defensivas y no letales, pero resulta difícil pensar que eso se cumpla plenamente.

Regulación inoportuna

Es difícil regular las tecnologías de IA y responsabilizar a individuos u organizaciones por su uso, para ello se necesita cooperación y gobernanza internacional, sin duda es difícil lograr algo así. Por lo tanto, es probable que los sistemas de IA se implementen incluyendo características nocivas o poco éticas, antes de que se establezcan restricciones o supervisión adecuada. Pero, si bien la regulación será un desafío, tampoco es imposible. La cooperación internacional podría promulgar pautas y políticas prudentes para el uso seguro y ético de la IA, será necesario que se creen mecanismos de gobernanza global para establecer barreras a medida que la tecnología avance. El nacimiento de una organización con atención sostenida y planificación reflexiva, que se encargue de la regulación, seguro ayudará a mitigar los riesgos de la IA y los temores que rodean su implementación.

Comportamiento prejuicioso

Ya para finalizar mencionaré un tema que no deja de ser relevante, pero que entre los antes mencionados, me parece de una importancia inferior, además su solución es mucho más sencilla e incluso ya se encuentra en marcha, estoy hablando de los riesgos de que las herramientas IA, puedan (como de hecho lo hacen en muchos casos) reflejar y hasta amplificar los sesgos de sus diseñadores, lo que les hace tomar decisiones injustas que impacten negativamente a individuos o grupos. Ahora mismo, las diferentes empresas desarrolladoras e investigadoras en el campo de la IA, están trabajando para reducir el sesgo en estos sistemas y hacerlos más justos e inclusivos. Las regulaciones también podrían ayudar a abordar el sesgo y la falta de equidad de la IA, solo espero que se haga con sentido común y no únicamente con ideología progre.